Diversas pruebas han demostrado que el consumo de Piascledine está relacionado con la estimulación de la recuperación del cartílago artrósico y con el retraso de su degeneración. En sí, actúa directamente sobre el TGF-ß (transformador beta) estimulando su desarrollo y, a la vez, inhibe el activador del PAI-1 y el funcionamiento otros factores responsables de la degradación del cartílago articular.
Esto se traduce en un efecto positivo para el paciente, ya que sentirá menos dolor, tendrá una mayor capacidad para moverse con facilidad y dependerá cada vez menos del consumo de analgésicos para reducir el dolor articular.