Las patologías oculares crónicas como el OJO SECO, ALERGIA y GLAUCOMA suelen tratarse con colirios (frascos gotarios) que contienen PRESERVANTES, su función es mantener estéril el producto.

Los PRESERVANTES, son DETERGENTES o DESINFECTANTES, uno de los más conocidos hoy en día es el amonio cuaternario, DESINFECTANTE utilizado para combatir el Covid-19 o coranovirus. El amonio cuaternario se fija a la superficie de los microorganismos, se adhiere a la membrana conformada por lípidos y la inactiva al reducir la tensión superficial, conocido como “EFECTO JABÓN”, razón por la cual, son irritantes a nivel ocular.

Los PRESERVANTES, entre ellos el BAK (amonio cuaternario), de uso común en oftalmología, se han asociado con alteraciones de la superficie ocular, en los pacientes con OJOS SECO y/o ALERGIA, agravando el problema ya existente. Por otra parte, en pacientes con GLAUCOMA, el uso de colirios con PRESERVANTES también se asocia a daño de la superficie ocular que suelen ir acompañados de inflación y ojo rojo. Además, se ha demostrado que los PRESERVANTES pueden a futuro afectar una segunda opción terapéutica de tipo quirúrgica, por sus efectos acumulativos.

Los PRESERVANTES alteran nuestra lágrima (Película lagrimal). La lágrima está compuesta en su parte más externa por LÍPIDOS, para evitar su rápida evaporación. La función de la lágrima es fundamental para una óptima refracción, es decir ver los objetos en forma nítida.

Los PRESERVANTES = DETERGENTES, tal como hemos mencionado, desintegran los lípidos, exponiendo a la superficie ocular a diversos daños; irritación, inflamación, alergia e incluso muerte celular.

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