Todos sentimos dolor ocasionalmente, pero si el éste es muy intenso o permanente (crónico), es fundamental prestarle atención y tratarlo para evitar complicaciones que pueden llegar a incapacitarnos, reduciendo nuestra movilidad y calidad de vida.

¿Qué tipo de dolor sientes?

Para saber qué tipo de medicamento se necesita para tratarlo, primero es importante identificar el origen y el tipo de dolor que sientes.

Por ejemplo, uno de los dolores más frecuentes es el dolor articular, que puede corresponder a distintas causas como artrosis, esguinces o fracturas derivadas de lesiones o accidentes. Y también existen factores de riesgo que aumentan la probabilidad de padecer dolor articular, como daños derivados de intervenciones quirúrgicas anteriores, deportes de alto impacto, la predisposición genética, la estructura anatómica de las articulaciones afectadas y la obesidad.

Si el dolor está acompañado por hinchazón, enrojecimiento, sensibilidad y calor alrededor de la articulación, es recomendable que acudas al médico, que puede aconsejarte el medicamento adecuado, tratamiento (como ejercicio ligero o kinesiólogo) o solicitar una o varias exámenes, dependiendo del diagnóstico.

Dependiendo del tipo de dolor que sientes, agudo y de corta duración, o crónico y a largo plazo, el médico puede recomendarte fármacos antiinflamatorios para reducir el proceso de inflamación y aliviar el dolor.

Analgésicos comunes para dolores moderados

Los analgésicos comunes como el Paracetamol (Gesidol, Kitadol, Xumadol) se utilizan en aquellos casos de dolor o molestia leve a moderado, o que no presentan un notable proceso de inflamación. Principalmente se utilizan para dolor de cabeza.

Migraña: una pesadilla que puede prevenirse

Cuando el dolor de cabeza sea muy agudo (tipo migraña) o incluso llegar a ser crónico y persistente, se debe consultar a un especialista quien podría recomendarle algunas alternativas que mejoran la calidad de vida para este tipo de pacientes, ya que actúan de forma profiláctica (preventiva o que reducen la frecuencia y el impacto).

Para este tipo de dolor, entre las alternativas modernas se encuentra Pasurta (Erenumab) una solución inyectable** muy efectivo para tratar este tipo de dolencia.

Para aquellos casos en los que ya se evidencie además de dolor, un proceso que curse con notable inflamación, se puede recurrir a los AINES (Antiinflamatorios No Esteroides) que son medicamentos que se usan para el dolor y la inflamación asociada con todos los tipos de artritis. Entre ellos podemos encontrar el Naproxeno (Eurogesic), Ibuprofeno (Actron), Diclofenaco, Meloxicam y Celecoxib (Celebra, Celedox). Más específicamente, para temas de artrosis (y con menos efectos secundarios), podemos encontrar la terapia con Persea Gratissima (Piascledine) el cual ha demostrado gran efectividad a la hora de tratar el dolor, ya que además ayuda a retardar el proceso de destrucción de los cartílagos.

Los AINES no solo sirven para el dolor Articular, ya que por sus efectos analgésicos, antiinflamatorios y antipiréticos, sirven para dolores musculares tipo espalda o el ocasionado luego de hacer ejercicios.

Cabe señalar que se debe tener precaución con el uso de estos medicamentos, ya que pueden provocar problemas gástricos, como dolor de estómago, distensión abdominal, estreñimiento, diarrea, náuseas y vómitos.

Ya lo sabes, consulta a tu Médico o Farmacéutico si tienes dudas con respecto al uso de estos medicamentos y ¡no te automediques! ya que puedes empeorar los síntomas o causar daños secundarios. En nuestro sitio web puedes asesorarte con nuestro químico farmacéutico a través del chat de manera gratuita para ayudarte a tratar el dolor.